martes, 4 de junio de 2013

Reporte de lectura

Un hijo no puede morir
Reporte de lectura
Parte 1
Era un día normal, a las 9 de la mañana hablaron de la clínica para avisar que Francisco, el niño menor, tenía una cita para una melografía a las 4 de la tarde.
Los papas y el abuelo lo acompañaron, y minutos antes de entrar, Francisco se quito su cadenita, con una cruz y se la dio a su mama, pidiéndole que jamás se la quitara.
Después de 30 minutos, Susana la madre se desespero  y busco al doctor, pero al llegar a la habitación de su hijo solo encontró un pequeño niño cubierto con una sabana, pero ese no parecía su hijo, pues ese niño estaba muy hinchado de todo el cuerpo.
Lloro a mas no poder, sin creer que lo que sucedía fuera posible. Llamo a su papa, y tuvo que llevar al hijo mayor  a un psicólogo para hablar sobre Francisco.
A Patito lo llevaron a dormir a otro lado, mientras que los padres lloraban juntos.
                             
Parte 2
Al siguiente día fue el velorio de Francisco. Lo vistieron con su ropa preferida; pantalón amarillo y sweater con su inicial.
Estaba irreconocible, así que Susana cerró el cajón. En el entierro, la abuela estuvo ahí, ayudándola.
De algún extraño modo la mama junto valor para decir  unas palabras de agradecimiento en la misa.
Después del funeral llevaron a Francisco al cementerio, pero los padres prefirieron esconderse para no ver como metían a su hijo en un hoyo.
10 días después de su muerte, en su cumpleaños número 5 Susana hizo un pastel y lo enterró en el patio..
Siempre había gente en su casa, familia, amigos, compañeros.
Susana y su esposo se dieron cuenta que debían ayudar a Patito, así que decidieron irse 2 meses a México, y ayudo bastante. Pero al volver todo siguió igual. Así que decidieron mudarse los 3 e intentar olvidar a Francisco.



Itzel Ramírez

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